Un futuro mejor para nuestros hijos. Quizás sea una frase que parezca un tópico por el que la sociedad se mueve cada día, pero es la base del comienzo de esta asociación, que ahora cumple tres décadas en activo y en crecimiento continuo. Esa es la idea que martilleaba la cabeza del grupo de padres y madres que empezó a patearse los despachos que fueran necesarios para que naciera una entidad en Jumilla que atendiera las necesidades de las personas con discapacidad intelectual. Llevaban en sí el germen de lo que es hoy Aspajunide.
Corrían los inicios de la década de los ochenta y en la localidad, una unidad de escolarización de Aspapros era el único servicio que atendía a estas personas a través de aulas instaladas en los colegios Cruz de Piedra y Virgen de la Esperanza. Hubo un primer contacto entre este preocupado grupo de padres y el Ayuntamiento, que dio lugar a una primera reunión en octubre de 1983 en la que también asistió personal de la Concejalía de Servicios Sociales, así como Águeda Sánchez, actual subdirectora y entonces gerente de una guardería. La presencia de esta persona fue requerida por los propios padres, ya que atendía a niños con discapacidad y contaba con material específico para las necesidades que demandaban las deficiencias de estos niños. Ofrecía servicios casi únicos en Jumilla. Estuvo acompañada, por Juan Valero, que más adelante se iba a especializar en la materia y se iba a convertir en el director de la asociación.
Esta primera reunión dio paso a otras sucesivas en las que el proyecto Aspajunide fue tomando forma. Se iniciaron las gestiones para dar de alta a la asociación y se buscó un local donde comenzar a trabajar, ya con una primera junta directiva y bajo el nombre que se ha mantenido con el paso de los años: Asociación de Padres Jumillanos de Niños Deficientes. El 23 de diciembre de 1983 se produjo la constitución oficial y el sueño comenzaba a tomar forma en el edificio que había sido sede del Cuerpo Nacional de Policía, en la recién rebautizada Plaza de la Constitución, hasta poco antes del Generalísimo, concretamente en el número 10.
Nacía así en los primeros meses de 1984 el Centro de Atención Temprana para niños con necesidades que no se atendían en los centros escolares ordinarios de la época. Se les daba cobertura desde que apenas tenían unos meses de edad y a su servicio estuvo la primera plantilla de la asociación compuesta por apenas siete profesionales, aunque casi sin recursos y con la ilusión como principal baluarte. La primera subvención recibida fue de 760.000 pesetas. El objetivo era el tratamiento de los niños que presentaban alteraciones en el desarrollo o que tenían riesgos de padecerlo. Se facilitaba información y asesoramiento legal, diagnóstico y atenció. Adaptado a los tiempos, pero hoy, 30 años después, sigue ofreciendo esos mismos servicios.
Creciendo contigo
Al mismo tiempo que crecían los usuarios iba a crecer con ellos la asociación. Muy pronto tomó forma el Centro de Día ante la necesidad de atender a personas que superaban la edad máxima de escolarización.
El edificio de la Plaza de la Constitución acogió en principio también este servicio. El objetivo era proporcionar a los usuarios una atención completa. En 1985 se ponía en marcha, además, el Aula de Atención de Severos, que se cerró con la creación del Centro Ocupacional y la absorción al Centro de Educación Especial de Aspapros, en 1988.
Con esta fusión, Aspajunide comienza a gestionar también el Colegio Virgen de La Esperanza, situado en la pedanía de La Estacada y que estaba funcionando desde el año 1975. Los alumnos tienen edades comprendidas entre 3 y 21 años y en la actualidad se separan en cinco unidades diferenciadas: dos de psíquicos, dos de plurideficientes y una de plurideficientes de transición a la vida adulta. Ofrece, además, servicios de transporte y comedor. También es considerado Centro de Recursos de la localidad, asesorando, orientando y colaborando con los centros educativos de toda la ciudad de Jumilla.
Existía otro proyecto en mente, que pasaba por la construcción del Centro de Atención Temprana y Rehabilitación y Médico Funcional. El Ayuntamiento se volcó con que saliera adelante e incluso se planteó su creación en un edificio nuevo. Se estudiaron diferentes posibilidades de ubicación, como la zona sur de las Madres Dominicas o la actual Escuela de Música, entonces Guardería Municipal, sin actividad. Finalmente se decide la ampliación del inmueble de la Plaza de la Constitución hasta dejarlo como está en la actualidad. La reforma fue muy compleja por la antigüedad del edificio existente, al que se le hizo un saneamiento excepcional que supuso casi cuatro años de obras. La rehabilitación dio comienzo en 1990, siendo un referente a nivel arquitectónico y admirada por la gran rentabilidad que se fue capaz de sacar a los recursos económicos con los que se contó. Mientras duró la reforma la actividad de la asociación no paró, trasladándose a la primera planta de lo que es actualmente el Centro de Salud de Especialidades en calle Barón de Solar.
María Antonia Martínez, presidenta de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, fue la encargada de inaugurar la brillante rehabilitación el 24 de noviembre de 1994. Fue un espaldarazo definitivo para Aspajunide, se trataba de la consolidación definitiva de la asociación y de la culminación de otro de los grandes objetivos de aquel grupo de padres que había dado el primer empujón unos años antes.